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domingo, 8 de mayo de 2011

SAFO DE LESBOS "Obra"

OBRA

A Safo la temática se la da el mundo privado de sus emociones y del pequeño círculo que las compartía. Aunque los cambios políticos de la época la conmovían profundamente, los menciona escasas veces, ella se centra en sus sentimientos personales. Su fuente de inspiración era el amor y lo trató con la convicción de que éste procedía de Afrodita, ella era quien daba inspiración a su vida. Safo al dejarse llevar por sus pasiones creía estar obedeciendo a una voluntad divina.

Safo siente la presencia de la naturaleza como escenario de su amor y le tiene cierto afecto, pero va más allá, también le importan los invisibles poderes que en la naturaleza actúan, creía verlos, estaban presentes en su imaginación.
También las Musas y las Gracias son fuente de su inspiración y quizá por ello, el amor de Safo es al mismo tiempo algo apasionadamente humano y celestialmente divino. Safo escribió del amor en sus múltiples estados de ánimo, el amor era en ella una prolongación del yo en otro ser, cuando lo pierde se queda desolada, pero aunque conoce la cara amarga del amor, no ignora los buenos momentos que le proporciona. Es difícil encontrar en otros poetas de Grecia la delicadeza que en sus poemas hay. La poetisa vivía para los afectos y no los ocultaba.
El mérito de su poesía radica en que introduce de forma perfecta los fuertes sentimientos en un arte muy disciplinado, sin merma alguna de su fuerza, sus palabras colocadas en versos variados parecen tener absoluta naturalidad y pertenecer a la lengua cotidiana que han alcanzado un nivel sin precedentes. Su forma de expresión es sencilla, rara vez utiliza la metáfora, su arte no precisa imágenes pues las ha superado, lo que siente es tan claro que no necesita adornos ni explicación. Su temática y modo de presentarla dan la impresión de sencillez, que consigue que todas sus palabras tengan fuerza y sinceridad inaudita.
Lo curioso en una mujer como Safo, influida por las pasiones físicas, es que en su forma de tratar esas pasiones parece que no existan o que no tengan importancia, lo que importa es la sinceridad de sus sentimientos, su intensidad. En el mundo de Safo la presencia divina era constante, la emoción que esa presencia le provocaba hizo en parte que su poesía alcanzara un nivel tan elevado. Por otro lado, la tristeza, angustia y añoranza que siente en ciertos momentos forman también parte de su poesía.
Safo cambió completamente la visión del amor que hasta ella había, el amor del que Safo habla está lleno de evocación y emoción, también es un amor intelectual, aunque en ocasiones cargado de tópicos. En definitiva: Safo es una de las primeras figuras de la literatura.
La aparición de la poetisa y la magnificencia de su obra sería del todo anodina si no tuviéramos en cuenta que en Lesbos, de donde ella procedía, la mujer tenía mayor libertad en todos los sentidos con respecto al resto de ciudades griegas, y también poseía un mayor grado de cultura.
El problema que hallamos en Safo es la escasez de fragmentos que ha llegado a nosotros, tan solo conservamos un poema completo, el himno a Afrodita. La diversidad de opiniones de los comentaristas que hay con respecto a Safo, no ayuda en gran medida para dilucidar el sentido de sus fragmentos.
Lo que sí es cierto es que compuso epitalamios que se cantaban coral o individualmente en bodas, para la composición de éstos debía someterse en contenido y forma a las normas en este tipo de cantos, el elemento popular muy marcado en tales composiciones, imponía ciertos temas, situaciones, comentarios, estribillos o frases hechas. Los epitalamios tienen muchos elementos formulares, por ello no se puede atribuir a Safo íntegramente el valor de estos cantos, pero hay en muchos de ellos un énfasis especial y personal, una sinceridad abrumadora, y es en esas partes en las que podemos observar que la poetisa no se limita a realizar un encargo de manera formular, sino que se está dedicando en cuerpo y alma a ello. En este tipo de canciones, lo típico es considerar al varón como un enemigo frente al que hay que defenderse. Toda la ternura y el amor Safo lo reserva para sus compañeras de su mismo sexo.
A pesar de todo, Safo tuvo pequeñas disputas con las directoras de otros dos grupos similares al suyo, con Andrómaca y Gorgo. Y lo que realmente debió causarle dolor fue la marcha de algunas muchachas a esos círculos rivales y, sobre todo, lo ocurrido con Atis, probablemente la mejor del grupo a nivel intelectual, que primero se enamoró de otra muchacha y luego se marchó a Lidia, dejando a Safo terriblemente desesperada.
La casa de Safo es llamada por ella la “vivienda de las cultivadoras de las Musas”, es una especie de local social dedicado a actividades culturales. El ambiente en que se desarrolla la vida de Safo es delicado, tierno, incluso afeminado. Por otra parte el amor de Safo es exclusivo, de placeres femeninos, un amor del que excluye totalmente al hombre, por él siente indiferencia y aversión, pero aunque haya hostilidad y desdén hacia él, también hay cierto deseo.


Desafortunadamente el nombre de Safo entró desde su origen en la polémica literaria, eso provocó que su calidad artística fuera, a menudo, desprestigiada y no ha obtenido el reconocimiento que merece. Además frecuentemente los críticos han carecido de objetividad, y llenos de prejuicios han malinterpretado sus versos moralmente. Ya los cómicos atenienses desfiguraron su personalidad y se centraron en la leyenda de Faón para ridiculizarla.. También la criticaron Ovidio, Dídimo, Marcial, Taciano, gramáticos y comentaristas y, muchos otros escritores desde el Renacimiento la han calumniado y mancillado con afán de obscenidad, así lo hicieron Boccacio, Petrarca, Racine... Afortunadamente también tuvo defensores acérrimos como Wilamowitz.

Como ya hemos dicho, suele mencionarse que el grupo sáfico es un tíaso, una especie de reunión encargada del culto a determinada divinidad, en este caso a Afrodita, las citas de esta diosa en la poesía de Safo son invocaciones encajadas dentro del estilo formular de la lírica. Otra hipótesis, la que ve a Safo como la maestra o directora de una academia femenina es cada vez más ridícula si tenemos en cuenta que en Safo no encontramos la menor frase o palabra con afán pedagógico o deseo de instruir, lo cierto es que al ser más culta y mayor que sus amigas, evidentemente tuvo que haber algún elemento más o menos pedagógico en la relación con ellas.
Safo es también una figura importante quizá porque fue la primera escritora que osó atentar contra las normas establecidas, la poesía gnómica y la consideración de la areté que hasta entonces existía, llegó a afirmar que lo bello y lo bueno están dentro de cada individuo, que es la opinión personal de cada uno lo que convierte a una cosa en hermosa.
A pesar de lo dicho, Safo no escribe, recita o canta para honrar a una divinidad, ni para enaltecer a ninguna figura mítica, ni para educar, ni para deleitar, Safo canta para ella misma, para su goce y desahogo, en sus versos encuentra desahogo esta poetisa que ha hecho del amor su vida, que se ha encerrado en él.
Aunque dentro del círculo sáfico no se puede ignorar la existencia de sentimientos amorosos, ese amor es algo secundario, aquí nos encontramos con la duda del tipo de relación que pudo haber entre Safo y sus compañeras, de si sólo fue un juego sentimental o de si hubo algo más, llegando a consumar su amor de forma carnal, ésta es la famosa y eterna cuestión de la “Sapphofrage”. Y como suele ocurrir, es muy difícil diferenciar entre la verdadera y pura amistad y el deseo físico, entre amor y pasión. Porque a menudo en este tipo de relaciones homosexuales femeninas, sucede que se entremezcla el amor intelectual y la amistad sincera con la sensualidad y el erotismo.
Lo que resulta llamativo es el hecho de que Safo pudiera presentar su obra en público sin producir un escándalo y sin ser rechazada por todos. Esto quizá tenga su explicación en los cambios históricos de la época, la caída de las monarquías de tipo patriarcal fomentó la reunión política, la reunión para hombres, el gimnasio... y esto separó a los sexos durante la adolescencia cuando se empieza a experimentar el deseo.
El hombre intelectual se hallaba solo y perdido en este mundo y con suerte, conseguía paliar esa soledad con la compañía de otros hombres educados con los que adquiría cultura, aprendiendo música, literatura, oratoria... excluyendo así a la mujer, por ello el amor por excelencia era el amor homosexual entre maestro y alumno. Por todo esto, no es raro que en Lesbos, donde la mujer gozaba de mayor libertad y tenía personalidad social y cultural propia, esa relación cultural y sentimental dentro del mismo sexo se extendiera al mundo femenino.

En sus poemas Safo escribe, más bien, describe su sentimiento de insatisfacción, el dolor que siente por el amor no correspondido o perdido, en los poemas tardíos escribe sobre su resignación ante la vejez, como lo hicieron también Mimnermo, Alcmán o Anacreonte, pero Safo tan solo enumera los pasos que la llevarán a esa vejez, pero no lo hace de forma desesperada y aterrada. Safo en la vejez encuentra el equilibrio que ha buscado con tanto ímpetu, aunque precisamente eso la ha condenado a la soledad.
En lo que respecta a la leyenda de Faón, no es más que eso, una leyenda, Faón como ya hemos mencionado brevemente anteriormente, era un amante de Afrodita o un dios asociado a su ciclo, que simbolizaba la fertilidad vegetal de la Naturaleza, todo ello junto con el deseo de tirarse desde la roca Léucade que causaba el olvido de los males y la purificación, fue suficiente para que se malinterpretara sus palabras y deseos, pero todo eso nada tenía que ver con sus fragmentos.

Dentro de la poesía más tradicional y personal que cultivó, tenemos los himnos, de este género arranca mucha de la poesía personal de Safo, el himno de Afrodita por ejemplo, es un pretexto para exponer sus propios sentimientos. Además, Safo lleva el himno más allá, estudia los “cantos locrios” y los poemas de Estesícoro y Anacreonte.
También compuso poemas dramáticos en que cultivó la erótica popular, a parte de ese, dentro de este género se encuentran el tema del deseo de la muerte, el del recuerdo del amor, etc.
Compuso epitalamios, poemas de tipo popular heterosexual para las bodas, también para componer estos se inspiró en un poema casi épico: la boda de Héctor y Andrómaca.
En los poemas más personales de Safo se entremezclan los temas de belleza, la naturaleza, el amor y las divinidades que lo protegen.

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